10 recomendaciones para priorizar la salud mental en las comunidades educativas

26 enero, 2023

Al terminar la pandemia por COVID-19 enfrentamos una crisis silenciosa: el deterioro de la salud mental de la juventud y la adolescencia en el mundo. La ansiedad y la depresión han prevalecido entre los más jóvenes y son actualmente motivo de preocupación. En la investigación “¿Y si no estoy bien? Un análisis de la salud mental poscovid-19 de la niñez y la adolescencia salvadoreñas”, publicada por la Fundación para la Educación Superior (FES), se señala que el deterioro de la salud mental en este grupo debe asumirse como un problema social y no solo individual. Por ese motivo se proponen medidas para la política pública que apoyen a la comunidad educativa (padres, profesores y alumnos).  La escuela tiene un rol central para apoyar a la niñez y la adolescencia, por tanto, las medidas que se proponen tienen como objetivo asegurar que la escuela funcione como un factor protector para ellos.  A continuación, las propuestas: 

Desde lo emocional:

1. Fortalecer las habilidades socioemocionales de los docentes a través de procesos que incluyan espacios para su propia sanación.
2. Fortalecer el sentido de pertenencia en la escuela con actividades de fortalecimiento comunitario. Que los jóvenes tengan claro que la escuela es un lugar seguro donde pueden pedir ayudar. 
3. Dar espacio a los alumnos para disfrutar de espacios abiertos y juego libre.
4. Favorecer el trabajo en equipo y las relaciones entre pares para fortalecer la amistad y las relaciones significativas entre el alumnado. Tener una red de apoyo es uno de los elementos claves para cuidar la salud mental.
5. Trabajar protocolos de primeros auxilios emocionales y protocolos de derivación de casos graves.

Desde lo académico:

6. Integrar la formación en habilidades blandas como el autocontrol y la resiliencia en la formación académica.
7. Proponer una pedagogía respetuosa e inclusiva que acepte las diferencias, acoja la diversidad de aprendizajes y favorezca relaciones dialógicas entre docentes y alumnos.
8. Hacer recuperación de aprendizajes de forma explícita para reducir las fuentes de estrés al alumnado. Esta medida busca evitar que los más pobres y vulnerables deserten del sistema educativo.

Para los padres y cuidadores:

9. Integrar de manera explícita y prioritaria el tema emocional en los espacios como escuelas de padres.
10. Dar apoyos concretos a los padres para que enfrenten los problemas emocionales de sus hijos.

Idealmente si alguien tiene una dolencia emocional debería recibir tratamiento psicológico o psiquiátrico, sin embargo, actualmente el sistema de salud mundial no está preparado para asumirlo (OMS, 2022). Las diez propuestas buscan educar a la comunidad para que pueda atender y prevenir las enfermedades mentales entre los más jóvenes. En el estudio se analiza el problema de la salud mental desde una perspectiva de la desigualdad de capital cultural y emocional, factores que determinan qué población fue más vulnerable en tiempos de pandemia. Además, se dan indicios de la poca preparación que tiene la escuela para enfrentar una crisis en este ámbito.

La ESEN agradece a la Dra. Carolina Rovira, decana de la Licenciatura en Economía y Negocios, por liderar este esfuerzo de investigación.

Si quieres leer la investigación completa, puedes hacerlo en el siguiente enlace: 
https://www.fes.edu.sv/wp-content/uploads/2022/12/Cuaderno-ESEN-FES-7_web.pdf